martes, 15 de julio de 2008

Nombres propios: Antonio


















Desde que llegué aquí, a Badalona, una ciudad vecina a Barcelona, tengo la fortuna de tener un amigo, padre, familiar, que me cuida y me protege como si yo fuera, como dicen aquí, un mozalbete. Esa noche del 25 de Junio, cuando llegué desde la estación de Sants-Barcelona cargado con mi equipaje de cien kilos, mi camisa sudada hasta los botones y las piernas como esponja, temblorosas, no he parado de reír y sentirme en casa. Al bajar a recibirme y luego del abrazo, Antonio me retó con una sonrisa: Pero hombre, es que no me has llamado cuando salías de Madrid. Y mira cómo te has venido de cargado. Tenía preparada una cena descomunal de pescados, gambas, ensalada y patatas. Y se había preocupado por mi silencio de radio, calculando desde temprano la hora en que debía llegar. No fue por descortés de mi parte, le expliqué, sino porque me costaba llegar a un teléfono con semejante carga. Ya lo creo, hombre, me dijo con una carcajada. Y me sentí en casa.

Antonio vivió sesenta y tres años de su vida, entre noviazgo y matrimonio con Leonor, prima de mi madre por vía de mi abuela Rosa. Leonor murió en 2007 después de varios años de sufrimiento y Antonio la añora cada día. Habla de ella, la rememora, la hace presente y sus ojos se humedecen. Los conocí a ambos cuando fueron a Argentina. Primero en 1978 en un viaje breve que habían ganado en un sorteo del banco; luego en 1992 cuando Antonio ya estaba jubilado, estuvieron dos meses y compartimos un par de cenas y largas conversaciones. Allí me quedé prendado de ellos dos porque el afecto por las personas, el amor por la vida, se notaba en cada comentario, en cada risa. Transmitían alegría y don de gentes.

Cuando en Enero de este año avisé que venía a Barcelona, Antonio me hizo saber que había un cuarto a mi disposición, pero nunca supuse que este hombre de ochenta años, que aparenta setenta, estaría tan pendiente de que no me falte nada y de que no gaste dinero en comida o cafés. Todos los días cocina un menú variado y cuantioso, luego bajamos al bar a tomar el café ¡Y cómo cocina! Se lo he dicho, pero el apela a la modestia evocando a su amor; la Leonor si que tenía la mano rota para la cocina, joder, ella me ha enseñado. Y ríe, tiene un humor y una alegría aún con la pena, que me hacen admirarlo otra vez.

Mi tío, como le digo para mí, aunque él prefiere que lo llame por su nombre, trabajó desde los quince hasta los sesenta años en una acería y llegó al cargo más alto al que podía aspirar un obrero: Jefe de Turno, Maestro de Horno (en la actualidad esos puestos los cubren ingenieros jóvenes). En contraste con lo que pasa en nuestro país, tiene una jubilación digna que le permite vivir tranquilo; mientras estuvo activo logró comprar su vivienda, tener su propio vehículo y criar al único hijo que tuvieron, Andrés, que es otra bella persona y de quien ya escribiré. Antonio se siente a gusto en este barrio de Badalona porque, como dice: aquí es gente sencilla, obreros como uno que no están pendientes de cuánto tienes ni cuanto ganas. Créeme hombre – enfatiza – no hay peor gente que los pobres ricos (nuestros nuevos ricos), que se olvidan de donde vienen y maltratan a los demás como si ellos fueran distintos. Por eso también está orgulloso de su Andrés, que alcanzó una muy buena posición de ejecutivo pero sigue siendo un hombre sencillo y querido que no pone a nadie por debajo de él, sea quien sea.

Será, dentro de quince días dejaré Badalona. Me va a doler en ese pequeño costado del calor humano y el afecto que siempre anda uno buscando. Me va a doler, o me van a hacer falta, esas conversaciones de sobremesa en el café, las anécdotas de cada lado y la sonrisa sincera de este hombre. Que sólo cuando habla de la ausencia de Leonor dice que la vida es una mierda, pero luego, en cada acto, no hace más que honrarla, iluminarla con su ojos y describirla bella con sus asertos de hombre de pueblo. A la vida, a su mujer. Extrañaré también este barrio que está cambiando al ritmo del vértigo catalán de los últimos años: la marina del puerto olímpico se está ampliando hasta pocas cuadras de aquí y a unos metros se terminan las obras de ampliación del estadio olímpico de básquet, con piscinas, gimnasios, saunas, centro comercial, todo bajo la réplica de un enorme balón naranja. Pero sé, también, que me iré de aquí feliz de estos días bellos, de este sol y tantas palabras encendidas. Y aunque soy malo para los idiomas, también me llevaré conmigo esa sonoridad poética que tiene el catalá, la lengua de este país, de estas gentes mediterráneas.

Antonio, como Leonor, ya ocupaban un lugar en mi vida desde aquellos años en que todos éramos más jóvenes y siempre los tuve presentes. Ahora, son una parte imborrable de mis afectos. La buena gente siempre se mete en los pliegues de tu cuerpo y te hace mejor persona. Esa, es la suerte que he tenido.
En las fotos, Antonio con Manel, un amigo de muchos años; el mar desde el balcón; el cuarto donde escribo y duermo; el barrio desde el balcón hacia el noroeste; Antonio en el restaurante donde comimos con Manel


domingo, 13 de julio de 2008

Terminó Argentina - Catalunya, tan cerca, tan lejos
















Hoy, domingo 13 de Julio terminó Argentina - Catalunya, tan cerca, tan lejos, evento en el que se inscribió una parte de MAIN (e). Estuvimos en el Centro Cívico Pati Limona con la muestra de fotografía documental del grupo Son Miradas. Estuvimos en Casa América de Catalunya con el documental de Marta Such De Guerreros y Maestros. En el CC Drassanes con la muestra de cortos de ARAN y allí me falló el DVD que yo mismo copié de Tardes de Cine de Florencia Doray (¡¡perdón otra vez Flor!! Pero ya encontraré lugar donde pasarlo).
Ayer, sábado 12, estuvimos en el Parque Nord con una muestra al aire libre de las fotos que no entraron en el Pati Limona, los libros de la SEA Neuquén, los CD de Otro Puerto, pero se desacargó un aguacero de esos que sólo puede empardar Buenos Aires y a tiempo pude levantar todo sin que se mojara nada. Una pena, porque había concurrido mucha gente del barrio. ¡Quévacer! Tomamos cerveza al reparo del techo del bar de chapa que hay en la plaza, esperamos que menguara y no menguó, así que ayudamos a levantar sillas y demás y disfrutamos del agua fresca de la tormenta de verano.
Ya lo he dicho pero no cuesta repetirlo: el trabajo que han hecho Camille y Laura para este evento ha sido impecable, más allá de algunos errores que ellas mismas se achacan pero que servirán para corregir y ganar en fuerza propia. Estas flaquitas son, además de alegres y bellas, unas laburantas de esas que hacen falta en cualquier lado. Para mi ha sido un orgullo y un honor haber compartido estos días con este dúo.

Ahora, para MAIN (e) y para mí, comienza otra etapa. Esta semana tendrá que haber novedades, las estaré buscando día a día, porque como sabemos las buenas nuevas no vienen a uno. Hay que buscarlas.

Luz, color, contenido.





























Todavía no consigo lugar para montar la muestra de los artistas plásticos de MAIN (e), pero la estoy peleando a capa y espada. Además hay que lograr alguien financie la impresión de las reproducciones. Aquí encontré una copistería – como la llaman – que se especializa en este tipo de trabajos en papel acuarela y papel tela. El resultado es muy bueno. El dato y la dirección me la pasó un artista plástico argentino, Horacio Elena, que vive en Sitges - a treinta minutos de tren de Barcelona - desde hace casi cuarenta años y que ha realizado más de doscientos libros como ilustrador. Hoy tuve la oportunidad de ver su obra plástica en un sitio web y luego lo llamé para felicitarlo. La emoción le gana a los adjetivos: vean ustedes mismos en www.horacio-elena.com, donde pueden encontrar todas las facetas de este artista.

Parte de mi lucha cotidiana es mostrar en la computadora (que no tiene ni capa ni espada pero es portátil) los trabajos de Eduardo Carnero, Jorge Michelotti, Marta Such, Mario Martínez, Miguel Villegas, Mario Rivero y Pachu. En todas partes han gustado mucho y han provocado asombro. Luz. Color. Contenido. Escuché esas palabras varias veces junto a expresiones de asombro y admiración. Bueno. Muy Bueno. También. Y ustedes saben que los catalanes en particular y los españoles en general, no son proclives a la adulación ligera. Además, en todos los casos, estas expresiones han sido seguidas de propuestas de ayuda para llevar a cabo la muestra, tanto este año como el año próximo.

Una mención especial se llevó el trabajo de producción fotográfica de Miguel Villegas. Pienso en él y me digo que sin su ayuda no hubiera podido hacer esto bien. Todos destacan que en las fotos de los cuadros no existan reflejos que distorsionen la luz, el color, el contenido ¡Grande Migue! Pero, además, a las personas que vieron la obra de Miguel, el tríptico Capital, se les estremeció el cuerpo y la mente ¡Inquietante! ¡Uhhh! ¡Madre mía!, fueron algunas de las expresiones que escuche. Era ese el objetivo ¿verdad Migue?

Luz. Color. Contenido. Siete artistas plásticos de Neuquén están empezando a ser vistos en esta ciudad donde el arte está en cada esquina. Algunos amigos y familiares me han dicho que están orgullosos de lo que estoy haciendo. Por mi lado, cada vez que elogian la obra de mis amigos y compañeros de ruta, de estos luchadores tenaces y creativos, el que se llena de satisfacción por ellos soy yo, porque los quiero, porque son parte de mi vida y de mis sueños de un mundo mejor. El dramatismo y la belleza, el oficio y el trabajo, la convicción y la sensualidad que desbordan y afirman estos trabajos, son una marca de resistencia, un camino, un objetivo.
Hay, que embellecer el mundo, para poder cambiarlo, dijo el gran González Tuñón. Esto me lo recordó hace unos años mi amigo Ricardo Cascio desde Catriel. Y en eso andamos, aunque a algún marchant de cuarta, director por la ventana de un museo, le parezca ridículo lo nuestro mientras él continúa viajando por Europa a costillas del erario público, con señora y todo para reforzar su negocio a futuro en el mercado del arte y darse dique de hombre del arte. Del arte de bastardear la política y convertirla en su contrario.
Vamos. El camino arde, la sed se renueva. Y un día llueve.
De arriba hacia abajo en esta entrada: Marta Such, Jorge Michelotti, Mario Rivero, Mario Martínez, Pachu, Eduardo Carnero, Miguel Villegas.

martes, 8 de julio de 2008

¡Vamos MAIN (e) y Son Miradas!














































¡Hoy gran apertura, gran! La muestra de Son Miradas está abierta desde el 3 de Julio en el CC Pati Limona, en el Barrio Gótico de la Ciutat Vella de Barcelona, pero hoy 8 de Julio hacemos la apertura oficial. Aquí recién comienzan las vacaciones y de haber hecho la apertura el 3, con pocos días de difusión previa, hubiera opacado la muestra, según me dijo Flor en su momento. Ella es la que sabe, así que uno hace lo que le dicen sin chistar. Esta muestra trascenderá la fecha de cierre de Argentina – Catalunya, tan lejos, tan cerca y quedará hasta el próximo 24.

La Ciutat Vella es el casco medieval de Barcelona y en el Barrio Gótico es donde más edificios de esa época han sobrevivido el paso de los años y el progreso. Algunos de esos edificios están construidos sobre ruinas romanas. Durante los romanos, el poblado de agricultores y comerciantes que vinieron de los fenicios, se llamó Barcino. He estado recorriendo varios días este barrio y tengo muchas fotos –algunas bastante aceptables – que ya subiré al blog. Pero hoy le toca a Son Miradas.

En la foto sobre el texto ven, de izquierda a derecha a Camille, a la que ya conocen, a Flor, que es argentina, artista plástica y programadora del Pati Limona, Antonia, que dirige el Pati Limona, y Eva, una de las compañeras de trabajo de Flor.

Hacia arriba, algunas fotos de cómo quedó la muestra después que la colgamos con Flor y unas imágenes del Centro Cívico y su entorno

domingo, 6 de julio de 2008

Empezó el baile


Y yo que soy malo bailando, además del estado calamitoso de mis piernas después de arrastrar 100 kilos de equipaje por conexiones de Subte – aquí es Metro –, trenes, rampas, escaleras, ascensores, desde Madrid hasta Badalona, en la casa de mi tío Antonio, después de pasar por Barcelona. Más de una semana pasó desde mi llegada y todavía no recuperó el andar, me duelen hasta los pelos.
Camille, una francesa muy joven y muy delgada y Laura, una catalana más delgada aún, son los motores de Argentina – Catalunya, tan lejos, tan cerca. Es impresionante lo que han trabajado estas pibas, ayudadas por un puñado de gente, entre ellas Raquel y Marina de Casa Amarilla, Flor, del Pati Limona y Pau de Casa América. Se han encargado de conseguir los espacios para cada instancia, convencer a los responsables y poner en marcha a los distintos artistas. Sin un mango, con los prometidos apoyos que no terminan siendo más que sellos de goma en algunos casos (¡aquí también pasa!) y trabajando de algo más todos los días para llenar la olla. Las veo agotadas y radiantes a Camille y Laura. Y no dejo de agradecerles el espacio que me dieron en esta ciudad. Aunque no todo haya salido como esperábamos, el esfuerzo y la tarea son para aplaudirlas de pie. La amabilidad y el don de gentes para agradecerlo sin retaceos.
El 1 de Julio, comenzó el evento. La Muestra de Artistas Independientes de Neuquén en el exterior –MAIN (e)- estuvo presente ese día con cinco cortometrajes de ARAN en el Centro Cívico Drassanes, en plena Ciutat Vella, más precisamente en el Barrio Gótico de Barcelona. Al ser el primer día, no hubo mucho público, pero los que fueron salieron felicitando a Mala Compra, En Silencio, Memoria y Resistencia, Mujeres e Intolerancia. Los aplausos se los llevaron Mala Compra e Intolerancia; Memoria y Resistencia fue seguida con un respetuoso e interesado silencio (aquí, en Catalunya, la lengua nativa, el catalá, es una lucha política).
El miércoles dos estuvimos colgando las fotografías del grupo Son miradas con Flor en el CC Pati Limona y debimos conformarnos con exponer 24 de las 37 fotografías ya que era toda la pared que había. Todo quedó muy bien –el lugar es bellísimo- y la muestra se abrió al público el jueves tres. Se inaugurará con un acto el martes 8. Imprescindible fue la ayuda de Flor, una argentina que vive aquí hace siete años, es licenciada en Artes, artista plástica y programadora de este centro. Un sol también, como Camille y Laura. Por la tarde me invitaron a presenciar la inauguración de la muestra de Flor en otro centro cultural que queda en la Gran Vía. Había milonga y yo, que no se bailar tango, tampoco estaba para baile, más rengo que el Pete Izquierdo.
El 3 de Julio me llamaron de urgencia para reemplazar un documental que no llegó de Argentina, con la presentación de De Guerreros y maestros, de Marta Such. Fue en Casa América de Catalunya, concurrieron unas 30 personas y nos presentó Raquel de Casa Amarilla, en correspondiente catalá. Hice una breve sinopsis de la película, en castellano, claro, y explique de qué se trataba el conflicto y el trabajo de esta artista plástica. Apenas empezó la película se retiraron unas cinco personas, nunca sabremos si por el cambio en la programación o porque no les interesaba el tema. Al final hubo aplausos y comentarios elogiosos, tanto para los obreros de FaSinPat como para la labor de Marta y los artistas plásticos de Neuquén.
Desde que llegué aquí, supe que no se había conseguido lugar para montar la muestra de los artistas plásticos ni de los diseñadores. De todos modos no pude realizar las reproducciones en Argentina (me pregunto qué me hubiera pasado si traía otra valija más) por falta de dinero. Así que en los últimos días de Junio ya mantuve entrevistas en el ayuntamiento de Badalona, el pueblo pegado a Barcelona donde estoy viviendo, para que paguen las reproducciones y proporcionen una sala lo suficientemente grande para montar esta muestra. Lo están estudiando y hay buenas perspectivas.
El sábado cinco fui a Sitges para un encuentro de poesía y conocí allí a Horacio Elena, un ilustrador y artista plástico que hace casi cuarenta años que vive en ese pueblo. El me indicó dónde hacer las reproducciones y me sugirió también ir sin miedo al ayuntamiento de Barcelona. Los poetas catalanes no me dieron ni la hora, pero los comprendo, llegué allí por la ventana y no esperaba más que conocer a alguien que me pudiera guiar por los intrincados vericuetos de la política cultural del lugar, un rico balneario, capital catalana del orgullo homosexual. El lugar es muy bello, el pueblo muy pintoresco y, como en todo lugar turístico, la gente muy amable pero muy cerrada.
En la próxima semana exhibiremos los libros y los DVD de la SEA Neuquén y los CD de Otro Puerto. Y participaré de otros actos del evento.
Ahora, aquí, a tantos kilómetros de casa y con tanto trajín, he tomado conciencia cabal de la magnitud de esta MAIN (e) que se me ha ocurrido y de la cual tengo la absoluta responsabilidad tanto en aciertos como en fracasos. A los amigos y amigas de allí que me ayudaron sin desconfianza, a quienes me ayudaron aún desconfiando de mi estado mental, no me queda más que un agradecimiento de por vida. A aquellos que me ayudaron sin ser siquiera amigos, apenas conociéndome y entusiasmados por la propuesta (la gente de Luciérnaga, Elvin de La Comercial, Nico y Damián de OM Visual Brand y Pepa y Negro de DM / D), también mi agradecimiento, mis respetos y mi amistad. A aquellos que no quisieron apoyarme (o que no pudieron por sus propias limitaciones), no hay rencor de mi parte; en la acción se liman las asperezas y se allanan los caminos.
Un artículo aparte merecerán Antonio y Andrés, los dos familiares por vía materna que me tratan como un hijo y un hermano. Gracias a ellos dos la estoy pasando más que bien.

Este 24 de Junio


Hoy leí en la revista argentina Barcelona, que los que hacen blogs son gente que está al pedo, que no tiene nada que hacer. Me pareció una de esas generalizaciones acertadas pero también, partiendo de la sonrisa que provoca, es imprescindible rescatar las excepciones. Por ejemplo, el Negro Iván hace el blog vientos de cine y es parte de su trabajo diario, no porque esté al pedo, sino porque es un apasionado del cine y, en esos términos, un trabajador del sector. A su insistencia debo la creación de este blog, que supongo me dará trabajo adicional porque soy muy malo con la informática y eso que llaman el ciber espacio. Conozco gente de mi generación que ha superado bien las taras tecnológicas y manejan con corrección las distintas herramientas que estos últimos años nos han echado encima como una cascada de cosas nuevas; pero no es mi caso, que me doy por hecho con poder escribir a toda velocidad, copiar, pegar, cortar, pegar y no tener que andar borroneando. El programa este de escritura es espectacular. ¡Y también se enviar correos electrónicos! ¡Y usar un buscador! No es poca cosa para un tipo de cincuenta, acostumbrado a una pesada Underwood de 1937 que te sacaba callos en los dedos, y así quedó después la Olivetti portátil que la reemplazó y la otra brasilera verde limón de la que ya no me acuerdo la marca pero recuerdo que me la arregló el pelado D’Amico que las dejaba como nuevas y se la cedí a mi hija hace tiempo.
De aquello pasaron muchos años y a este teclado no le doy tan fuerte. He suavizado mis golpeteos, pero aún tengo callos en la punta de los dedos y memoria en la punta de los huesos, aunque un pintor inconciente, radical y carrerista me siga pintando oscuro y triste, allá él. Sí, hay cosas que no olvido, aunuque hayan pasado veinticinco años.
Así que, si logro subir este texto al blog y lo ves pegado allí, para mí habrá sido un logro. Iván, que tiene los años de mi hijo mayor, tal vez de un salto de alegría como si me hubiera enseñado a hacer la mano de dios a los ingleses, porque para mí su clase fue muy instructiva pero le advertí que no sabía si podría recordar sus lecciones. Si sale, también estaré contento, aunque he dudado mucho de ser un blogger – como se dice todo ahora, en inglés –, porque eso implica la posibilidad de ser monitoreado. Fríos que le recorren a uno la espalda, todavía. Pero lo voy asimilando: necesito este blog para que mis amigos y amigas y demás seres queridos estén al tanto o puedan seguir mis pasos en este viaje de locos que se me ocurrió comenzar hace medio año, o un poco más, solo, mientras recorría las rutas patagónicas.
Entonces viajaba por la estepa, la costa, el valle y la cordillera de mi querida tierra. Hoy emprendí el viaje a la tierra de mis abuelos maternos, llevo dos valijas muy pesadas, cargadas de una parte de la producción artística de mi ciudad, de mis amigos y amigas videastas, plásticos, músicos, escritores y fotógrafos. Llevo la ilusión de abrir un camino nuevo, de ida y vuelta, los ojos abiertos, los oídos alerta.
Ahora estoy en el avión, hace una hora que despegamos de Buenos Aires y según la pantalla de TV estamos pasando sobre Porto Alegre, pronto vendrán con la cena y tendré que hacer una pausa.
Aquí estamos señoras y señores o no tanto, la Muestra de Artistas Independientes de Neuquén en el exterior, MAIN (e), como la bauticé una noche de alcohol y desvaríos mientras escribía un poema apócrifo de mi mismo, está en el aire, rumbo a Madrid y con destino a Barcelona.
Se como empezó todo esto. Pero como en una huelga de esas que hacíamos antes en el sindicato docente, no se como terminará. Entonces, algo habré de contarles.
La foto arriba la saqué con el teléfono celular, en mi último viaje por la ruta 3 rumbo al sur, amaneciendo.